Comienzan las ansiadas vacaciones sobre las que hemos
estado pensando todo el año y en los objetivos
que nos hemos fijado y para los que nos hemos
preparado concienzudamente, El espolón WALKER,
y la Norte de las Courtes.
Llegamos a Chamonix después de instalar a nuestras familias en un camping de la costa brava
En un día lluvioso y triste que nos da mala espina, pues los pronósticos nos dicen que los dos días
siguientes tendrán el mismo color. Así que nos dedicamos a comprar material de montaña y
equipo que nos deja sin los pocos ahorrillos que conseguimos con todo el sudor de nuestra frente,
menos mal que los franceses se portan y nos regalan muchas cosillas .
El tiempo no parece mejorar y la tienda flota en el camping, por lo que decidimos ir al refugio
de Argentiere y esperar allí, al pie de la pared a que mejore el tiempo .
al día siguiente cogemos el teleférico de Grand Montes y nen medio de la tormenta nos metemos
en el glaciar , el camino es corto y cómodo, en el refugio no hay nadie solo los guardas y tres colegas de Cartagena que también quieren hacer el Corredor de los Suizos, durante dos largos días jugamos a las cartas y comemos todo lo que encontramos.
De pronto una noche a las dos de la mañana empieza a despejar , se ven las estrellas y una pared muy blanca y bella ,con dos agujas negras apuntando al cielo ; las Droits, las Courtes, el Triolet, etc.
El guarda nos dice que no nos fiemos que hace una semana casi todo era roca y la escalada estaba muy mal .pero no tenemos tiempo, así que nos lanzamos al ataque mi compañero Sandi y yo.
Estamos muy contentos, la cosa marcha y los de Cartagena deciden seguirnos.
A las cinco de la mañana estamos en la rimaya que no presenta grandes dificultades, pues los bordes de las
grietas son recientes , muy blandos y se hunden solo con mirarlos, nada mas cruzar nos desencordamos y
continuamos escalando en ensamble hasta el estrechamiento. Los Cartageneses empiezan a perder tiempo en largos interminables y pronto nos separamos tanto que no les vemos, nos hacen señas parece que se
les cayo un crampon y se quieren bajar ”no lo ven claro” nosotros les saludamos y al pie de la primera cascada nos encordamos, los cuatro largos del estrechamiento están de fabula hielo duro y un poco de nieve polvo encima 80º-85º . Subimos muy deprisa con las puntas delanteras de los crampones, apenas ponemos uno o dos tornillos por largo. Y empieza a ensancharse esta gigantesca escalera , pues así parece esta pared con muros de 120 metros apenas separados por rampas de 60º-75º de inclinación.
De pronto los piolets empiezan a sonar y a rebotar a cada golpe ,la roca esta muy cerca a unos 15 o 20 cm de la superficie y la pendiente sigue aumentado. Empezamos a tomar precauciones; buscando reuniones seguras en los bloques de granito que salen aquí y allá. Menos mal que se nos ocurrió meter un juego de fisureros, que no creíamos necesarios, Pero si no es por ellos no se que hubiéramos echo. creíamos que seria un tramo complicado y que acabaría enseguida, poco a poco tomamos mucha altura y nos damos cuenta de que es imposible una retirada , Aunque no es nuestra intención, eso siempre inquieta a cualquier escalador. Lejos de de mejorar, las cosas empiezan a ponerse feas, los largos de 85º son peligrosos, con una capa de 15 cm de hielo encima de la roca, no sabemos como se sujeta el hielo, pero tenemos que seguir subiendo. Al llegar a la separación del corredor de los Suizos con la Norte clásica vemos que los dos están muy mal de nieve Todo esta blanco, pero se adivina en las rugosidades que la roca esta a flor de piel. En este punto el corredor se ensancha y es una pala amplia de 60º; comenzamos por la derecha que es el que nosotros queremos hacer y que es el mas pendiente estrechándose hasta hacerse agobiante en la parte final . En uno de los largos en un tramo de 85º de pendiente,
mi compañero esta en cabeza, de pronto grita ¡ATENTO SE CAE TODO¡ y de un salto se pone en un saliente de roca en el que consigue meter el piolet en una grieta, un bloque de hielo cae al precipicio rozándome el casco, es un trozo de unos dos metros de diámetro que deja al aire el muro rocoso que le sujetaba. Nos tiemblan hasta las orejas, pero poco a poco recuperamos las riendas de la situación.
Decidimos avanzar en ZIGZAG , buscando las zonas mas francas, pero los largos de 50 m se nos hacen interminables. Tenemos que romper el hielo y buscar donde meter los fisureros para ir avanzando con seguridad , algún largo de 85º nos llevo mas de hora y media y 6 fisureros. De pronto el corredor empieza a ensancharse y vemos por fin la visera de salida, no nos lo podemos creer, pero aun queda mucho, pues esta pared engaña bastante, desde fuera parece mas pequeña; pero una vez dentro de ella te das cuenta de que es una mole interminable. El cansancio empieza a notarse y son las siete de la tarde, mi compañero dice que es mejor pasar la noche en la pared protegidos del aire y del frío que en la cumbre a pecho descubierto.
Así que buscamos una pequeña hendidura de roca y empezamos a limpiarla hasta hacer una repisa de unos 50 cm de ancho (mientras no cae encima una cortina de nieve helada ) la repisa esta inclinada hacia el vacío ,nos metemos en las fundas de vivac , pues no tenemos sacos de dormir ya que pensábamos salir en el día, lo que hubiéramos conseguido de no encontrarse la pared en semejantes condiciones . eso si tenemos ropa de Gore Tex y Tisulate que nos mantiene calientes a pesar de intenso frío reinante. Estamos muy cansados pero satisfechos “esto se acaba, dos largos mas y fuera” Preparamos Té y comemos algo, creo que es lo primero que ingerimos desde que empezamos la escalada , al rato estamos dormidos, pero de pronto me despierto y veo a Sandi medio metro por debajo de la repisa, colgado en la rampa de nieve ,le despierto y le ayudo a recuperarse hasta la reunión, La niebla empieza a cubrirnos y las cuerdas parecen cables de acero tensos y helados los nudos no se pueden hacer ni deshacer.
Esperamos a que salga el sol y empiece a iluminar el cielo, las nubes bailan a nuestro alrededor .
Allí abajo en el quinto pino las luces del refugio parecen luciérnagas, seguro que piensan “pero donde irán esos locos” Decidimos llegar hasta la cumbre antes de que se eche otra vez la niebla , pues no conocemos el descenso, así que sin desayunar nos ponemos en marcha y al pasar la visera ¡sorpresa la cumbre esta lejos todavía¡ nos queda una rampa de unos 45º y mas de 150 metros de larga. Hacemos largos, pues esta como el cristal y estamos muy cansados. A las diez de la mañana estamos en la cumbre, hace un frío que pela, nos estrechamos las manos y empezamos los rápeles hasta el collado y desde este unos cuentos largos de 100 m de cuerda para ir mas seguros.
La bajada tiene su miga hasta el glaciar de TALLAFREE y luego el glaciar de LESCHAUX y desde este a la Mer de Glace, y al tren de de Montenvers.
Fue una escalada muy dura por sus condiciones pero muy bella por su trazado y ambiente.
Quiero desde aquí expresar mi mayor respeto y admiración a los primeros ascensionistas de esta Ruta, que en el año 1938 y con un equipo muy diferente al nuestro dejaron la firma de su categoría.
Marco Aurelio Miguel Martín - agosto de 1987